El Parque Nacional del Manu, ubicado en el sureste de Perú, es una joya natural que se extiende sobre una impresionante área de aproximadamente 1,716,295 hectáreas. Desde altitudes elevadas en los picos de los Andes a unos 4,000 metros sobre el nivel del mar hasta las profundidades de la selva amazónica a solo 150 metros sobre el nivel del mar, el parque alberga una variación de altitud de más de 3,850 metros, lo que lo convierte en uno de los parques nacionales más altos del mundo y un paraíso de biodiversidad.
Este santuario natural, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es hogar de más de 15,000 especies de plantas, 1,000 especies de aves, 200 especies de mamíferos y numerosos reptiles, anfibios e insectos. El Parque Nacional del Manu es un testimonio vivo de la extraordinaria diversidad biológica de Perú y un destino imperdible para los amantes de la naturaleza y la aventura.
El Bosque de Neblina, una joya natural en Perú, abarca una extensión de aproximadamente 234,000 hectáreas en la región amazónica del país. Este mágico bosque se encuentra a altitudes que oscilan entre los 2,000 y los 3,600 metros sobre el nivel del mar, creando un hábitat de bosque nuboso que se caracteriza por su misteriosa y constante neblina. Este ecosistema es conocido por su impresionante biodiversidad, albergando innumerables especies de flora y fauna, incluyendo una gran variedad de orquídeas, bromelias y musgos, así como aves endémicas, monos, osos de anteojos y mucho más.
El Bosque de Neblina es un tesoro de la naturaleza que despierta la curiosidad de los amantes de la ecología y la belleza natural, ofreciendo una experiencia única de inmersión en un mundo de misterio y biodiversidad incomparable.
La Selva Baja o Bosque Húmedo Tropical del Perú es un vasto ecosistema que cubre más de 100,000 kilómetros cuadrados de extensión y se encuentra a altitudes que oscilan entre los 80 y 1,000 metros sobre el nivel del mar (msnm). Este inmenso territorio alberga una asombrosa biodiversidad y es considerado uno de los ecosistemas más ricos y vitales para la conservación de la flora y fauna en el mundo. Su diversidad de altitudes y climas crea un mosaico de hábitats que sustentan una variada vida silvestre, desde jaguares y tucanes en las áreas bajas hasta osos de anteojos y pumas en las zonas más altas.
Las hectáreas de extensión de esta selva son un componente clave de su importancia. Con más de 10 millones de hectáreas de bosque, representa un pulmón vital para el planeta, contribuyendo significativamente a la captura de dióxido de carbono y al equilibrio climático global. Además, su gran altitud y su diversidad climática hacen que este ecosistema sea fundamental para la regulación de los patrones climáticos en la región amazónica y más allá. La Selva Baja es un tesoro natural que merece ser protegido y conservado para las generaciones futuras.
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